Nacho Cano, de Year 11, nuestro primer alumno en completar el programa internacional Duque de Edimburgo

En el mundo tan complejo y cambiante en el que vivimos, más que nunca los jóvenes necesitan un espacio y una oportunidad para desarrollar sus habilidades y su autoconfianza, así como para forjar los rasgos de carácter que los harán capaces de hacer frente con éxito a cualquier desafío en su vida futura, tanto en el ámbito personal como profesional. Este es el leitmotiv del Premio Internacional Duque de Edimburgo”: dar a los jóvenes la oportunidad de que sean ellos mismos los que se marquen sus propios retos personales y superarlos, para, al final reconocer sus capacidades mediante un merecido premio.

Un pilar fundamental del trabajo de un colegio es garantizar el enriquecimiento de su alumnado, algo que debe trascender el plan de estudios y los resultados académicos que obtienen. Hablamos de las oportunidades que les brinda O Castro British International School y los valores que desarrollan y cultivan, como el Premio Duque de Edimburgo; que son vitales para que se conviertan en ciudadanos globales preparados para la siguiente etapa de su carrera profesional y su crecimiento personal.

Por ello el colegio británico ubicado en Mos ofrece el Premio Duque de Edimburgo, un premio reconocido internacionalmente, que reta a los jóvenes a soñar a lo grande, a celebrar sus logros y marcar la diferencia en su mundo. Mediante el desarrollo de aptitudes transferibles, el aumento de su forma física, el cultivo del sentido de la aventura y el voluntariado en su comunidad, el Premio ayuda a los jóvenes a encontrar su propósito, su pasión y su lugar en el mundo. Fundado hace más de 60 años, el Premio está disponible para todos los jóvenes de 14 a 24 años y dota a los jóvenes de las habilidades que necesitan para la vida, independientemente de su origen, cultura, capacidad física o intereses. A nivel individual, esto puede marcar una diferencia transformadora en la vida de un joven; a nivel colectivo, tiene el poder de aportar un cambio significativo a la sociedad en general.

Esta semana, un alumno de Year 11 (4º ESO), se le ha logrado el Bronze Award, y tanto su experiencia durante la realización del Premio Internacional Duque de Edimburgo como sus reflexiones al respecto son el mejor ejemplo de las bondades y beneficios para el desarrollo integral de los jóvenes.  

¿Cuáles fueron los mayores retos?

Uno de los mayores retos para mí fue liderar un equipo. Intentar conseguir los objetivos de las actividades a las que nos enfrentábamos; hacerlo juntos, superando nuestras propias ideas y aceptando las sugerencias de los demás, animando al equipo y asegurándonos de que todos nos apoyábamos cuando la situación era desfavorable. Ha sido un gran reto y una gran experiencia de aprendizaje para mí. Además, ser el primer estudiante en terminar el Duque de Edimburgo del colegio fue una gran motivación, aunque no tuviera ninguna referencia previa. Conocer más de cerca la realidad de personas desfavorecidas que han venido a nuestro país a buscar un futuro mejor para ellos y sus familias sin saber nada de a dónde van, del idioma o de lo que les espera al llegar también ha sido un reto inesperado para mí.

El voluntariado es uno de los viajes de autodescubrimiento que debéis realizar, ¿Cuál has elegido tú?

Sí, es una de las actividades del programa. He estado enseñando español a inmigrantes de origen africano, principalmente de Senegal, para ayudarles a integrarse y a tener mayores oportunidades para encontrar un trabajo en esta nueva etapa, en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús. Fue una experiencia realmente enriquecedora.

¿Qué has aprendido?

He aprendido a ser más constante, organizado y trabajador, a valorar las cosas que tengo y las oportunidades que se me dan.  A empatizar con los problemas y dificultades de los demás, aprendiendo a ver las cosas desde el punto de vista de los demás, lo que creo que me ha hecho crecer personalmente y espero que me ayude a ser mejor persona en el futuro.

¿Recomendarías el premio?

La expedición con mis compañeros también ha sido una experiencia única que nunca olvidaré. Por todo ello, me gustaría animar al resto de alumnos a que acepten el reto del DoE porque, al igual que yo, creo que les dejará una huella muy positiva.